11-11-2024, 03:34 PM
(Última modificación: 11-11-2024, 03:42 PM por Lautaro_Vallejos.)
Xenia Vrokazlainth
Xenia Vrokazlainth nació un viernes 13 de mayo del 1997 en el hospital de urgencia de un barrio de zona sur de Buenos Aires, Argentina. Su madre llamada Alisha Lethmann y su padre Juan Barco, fue criada en unos de los barrios más temida de Buenos Aires. Ella posee una altura de 1.78 es morena, ojos claros, tiene una vestimenta negra pegada al cuerpo, en el barrio la conocen como "Xeni"
Infancia
Xenia nació y creció en uno de los barrios más empobrecidos y peligrosos de Buenos Aires, Argentina. Su infancia estuvo marcada por la miseria, el caos y la violencia en el pequeño hogar que compartía con sus padres, Alisha Lethmann y Juan Barco. Juan era un delincuente con un historial de delitos menores y mayores que constantemente entraba y salía de prisión, sin ofrecer nunca estabilidad economica a su familia. Alisha, en cambio, era una mujer emocionalmente y presa de diversas adicciones, apenas capaz de cuidar de sí misma, mucho menos de Xenia que era hija unica.
Desde muy pequeña, Xenia fue testigo de peleas constantes, deudas impagables y traiciones. En su casa, nunca hubo seguridad ni cariño, y la violencia parecía ser la comunicación entre sus padres. Para Xenia, esta situación era el mundo en el que había nacido, y pronto se dio cuenta de que no podía contar con nadie más que consigo misma. Aprendió rápidamente a desconfiar de todos, incluso de sus propios padres, y desarrolló una emoción para protegerse del dolor y la decepción.
A los 12 años, cuando la situación económica en su hogar se volvió desesperante, Xenia comenzó a buscar maneras de ganar dinero para ayudar a Alisha, la adicción la estaba dando un principio de abandono. Este contexto la llevó a volverse fría y desconfiada, adaptándose a las duras condiciones de vida de su entorno. Con cada día, Xenia aprendía a moverse en un ambiente distinto.
Juventud
Durante su juventud, Xenia se fue metiendo cada vez más en actividades peligrosas. El barrio en el que vivía estaba lleno de personas delictivas, y ella, en intentando salir de la miseria, comenzó a realizar trabajos para individuos peligrosos. Empezó a involucrarse en la entrega de paquetes y la junta de deudas para hombres que controlaban sus vecinos. A los 17 años, ya era conocida como “la cobradora”, asegurándose de que las personas pagaran sus deudas mediante amenazas y, cuando era necesario, el uso de su arma, que era una 9MM.
A medida que pasaba el tiempo, Xenia comenzó a entender que no quería trabajar para otra persona, si no para ella. Empezó a observar cómo funcionaba el negocio de las drogas y las armas, y a desarrollar su propia red de contactos. A los 22 años, aceptó su primer asesinato por encargo, una decisión que marcó en su vida. Este acto le beneficio un poder temida en los bajos del barrio de Buenos Aires, y, por primera vez, sintió un sentimiento de poder que nunca había sentido. Ese asesinato fue el comienzo de su camino como una persona temida, alguien a quien pocos se atrevían a desafiar.
Adultez
A los 28 años, Xenia había reunido una banda propia, por jóvenes desesperados que, como ella, estaban a todo dar por dinero y respeto. Así nació “La banda del sur”, un grupo que comenzó a ganar influencia en ciertos barrios del sur de Buenos Aires, dando la cara por la gente de su barrio y enfrentándose a otras bandas para expandir su territorio.
Con el tiempo, Xenia se dio como una líder. Bajo su mando, “La banda del Sur” no solo se dedicaba a la extorsión, sino que también incursionó en el tráfico de drogas y armas y, en algunos casos que se necesita, el lavado de dinero. La habilidad de Xenia para mantenerse fuera del radar policial la convirtió en una figura respetada y temida en los barrios del sur de Buenos Aires. Sus miembros le eran leales, ya fuera por respeto o por miedo, y ella se encargaba de mantener el control de su organización con una mezcla de promesas y amenazas.
Mientras tanto, su relación con su madre, Alisha, continuaba decayendo. A pesar de su creciente poder y éxito, Xenia seguía apoyando económicamente a Alisha, aunque cada vez se distanciaba más de ella. Pasando el tiempo, Alisha abusó a sus adicciones y murió de una sobredosis, dejando a Xenia sola en el mundo. Con la muerte de su madre y la ausencia de su padre, Xenia decidió cortar sentimiento emocional y se dedicó plenamente a su vida criminal, concentrándose en mantener su poder sin distracciones.
Actualidad
A los 35 años, Xenia es la líder de “La Sombra del Sur”, una de las bandas más organizadas y temidas del sur de Buenos Aires. Bajo su mando, el grupo controla la venta de drogas, la extorsión y el tráfico de armas en varios barrios. Xenia ha creado una jerarquía estricta en su organización, donde solo los más leales y comprometidos ascienden, y su control sobre sus operaciones es absoluto. Cualquier intento de desafiar su autoridad se enfrenta con gente armadas hasta las manos, y su reputación como una líder implacable mantiene a raya a sus enemigos y miembros de la banda.
A pesar de su éxito en el mundo criminal, Xenia comienza a sentir una sensación de vacío. Sabe que la traición y la desconfianza son parte de su vida y que, aunque ha conseguido todo el poder que alguna vez deseó, su vida está dominada por un aislamiento emocional. En sus momentos solitaria, a veces sueña con dejar atrás la vida de violencia y encontrar un camino hacia la paz, pero sabe que sus crímenes y los enemigos que ha hecho a lo largo de los años hacen que esta posibilidad sea casi imposible. Xenia sigue adelante, manteniendo el poder y la desconfianza, sabiendo que en su mundo, cualquier paso en falso podría significar el fin.