"Todo o nada" (PARTE 2)
Esta es la continuacion de mi anterior ficha.
El Golpe Decisivo:
El día del golpe llegó más rápido de lo que Nehuen esperaba. La tensión se podía cortar en el aire, y todos sabían que esta sería la prueba definitiva de su lealtad y habilidad. A medida que se acercaban al galpón, Nehuen sentía la adrenalina recorriéndole el cuerpo, pero también una inquietud que no lograba controlar.
La banda de Bigote, bien armada y coordinada, se desplegó alrededor del perímetro. Nehuen observó a cada uno de sus compañeros: El Chacal, un hombre de pocas palabras y gran destreza con las armas, y Jenifer, la experta en hackeo y comunicaciones. Todos tenían una misión específica, pero él… él tenía la responsabilidad de asegurar que todo saliera según lo planeado.
"Todo está bajo control", le dijo Bigote, como si leyera sus pensamientos. Pero Nehuen no estaba convencido. Había algo en los ojos de Bigote que no podía descifrar, algo que lo hacía sentir incómodo. El líder del grupo parecía seguro, pero Nehuen no podía evitar sentir que algo no estaba bien.
Al llegar al galpón, la operación comenzó. Jenifer desactivó las cámaras de seguridad, mientras El Chacal y Nehuen se encargaban de vigilar las entradas. Dentro, el ambiente era denso, como si el aire estuviera impregnado de la ilegalidad que se respiraba en cada rincón.
Cuando Nehuen ingresó al edificio, la escena que se presentó ante sus ojos era desoladora. Montones de cajas de armas y paquetes de droga se apilaban en el interior, confirmando la magnitud de la operación. Sin embargo, antes de que pudieran mover nada, un sonido seco rompió el silencio: una sirena distante, apenas audible pero lo suficientemente cercana como para alertarlos.
Bigote reaccionó al instante. "¡Corran!" ordenó con voz firme. Pero Nehuen ya sabía lo que venía. Algo no estaba bien. Justo cuando iban a hacer el primer movimiento, las luces se apagaron, y un grupo de hombres armados apareció desde las sombras. La banda rival, que había estado esperando, había llegado antes matando así algunos miembros de la banda de Bigotes que estaban afuera. Jenifer informaría de esto a los demás.
El enfrentamiento fue inmediato. La tensión se desbordó en una lluvia de balas, Bigote y Nehuen se cubrieron detrás de una pila de cajas. El sonido de las armas resonaba en sus oídos, pero Nehuen, con el corazón latiendo a mil por hora, mantenía la calma. "¡Hay que sacar todo, rápido!" gritó Bigote, pero algo en su tono de voz sonaba diferente. Nehuen no podía dejar de sentir que todo aquello era una trampa, pero el miedo a perder lo ganado lo empujaba a seguir adelante.
El Sacrificio de Bigote
La batalla se intensificó, y la situación se volvió cada vez más desesperada. Nehuen luchaba, pero algo estaba fuera de lugar. En un descuido, un disparo alcanzó a Bigote en el hombro. El hombre que había sido su mentor, el líder que lo había guiado, caía al suelo con un grito de dolor.
Nehuen intentó detener la hemorragia, pero la herida era fatal. Bigote había muerto en sus brazos, y Nehuen no pudo hacer nada para salvarlo. El peso de la culpa lo aplastó, pero no había tiempo para lamentarse. La batalla seguía.
La huida y la decisión final
Con la muerte de Bigote, el liderazgo de la banda pasó a Nehuen, aunque él no lo buscaba. La fuga fue una carrera contra el tiempo. Los hombres de la banda rival seguían persiguiéndolos, pero Nehuen lideró con rapidez y estrategia, logrando escapar con lo que pudieron cargar.
Cuando finalmente se refugiaron en un lugar seguro, Nehuen se quedó en silencio, mirando el cadáver de Bigote. Lo que comenzó como una oportunidad para escapar de su vida pasada, ahora lo había condenado a una nueva realidad. La lealtad había tenido un precio muy alto.
Esa noche, mientras sus compañeros celebraban la huida, Nehuen se retiró al fondo del edificio. Sabía que la vida delictiva ya no era para él. La muerte de Bigote lo había cambiado, y la sangre derramada no valía lo que había ganado.
El Retiro y el Cambio de Rumbo
Años después de esa noche, Nehuen dejó las calles de Salta. El dinero del golpe le permitió vivir sin preocupaciones económicas, pero lo que realmente necesitaba era encontrar una nueva forma de existir. Decidió invertir en pequeños negocios, alejándose de las sombras del pasado.
Aunque su decisión de retirarse fue bien recibida por muchos, las cicatrices del pasado aún lo perseguían. Cada inversión, cada nuevo proyecto, lo recordaba a aquel joven que había creído que el poder era todo, pero que ahora entendía que la verdadera libertad venía de alejarse de las cadenas del crimen.
Al final, Nehuen logró algo que muchos no alcanzaron: paz interior. Aunque nunca olvidó a Bigote ni lo que vivió, aprendió a construir su futuro lejos del caos, como un hombre hecho a su manera, en un mundo donde ya no necesitaba arriesgarlo todo para obtener lo que quería.
FIN.
Esta es la continuacion de mi anterior ficha.
El Golpe Decisivo:
El día del golpe llegó más rápido de lo que Nehuen esperaba. La tensión se podía cortar en el aire, y todos sabían que esta sería la prueba definitiva de su lealtad y habilidad. A medida que se acercaban al galpón, Nehuen sentía la adrenalina recorriéndole el cuerpo, pero también una inquietud que no lograba controlar.
La banda de Bigote, bien armada y coordinada, se desplegó alrededor del perímetro. Nehuen observó a cada uno de sus compañeros: El Chacal, un hombre de pocas palabras y gran destreza con las armas, y Jenifer, la experta en hackeo y comunicaciones. Todos tenían una misión específica, pero él… él tenía la responsabilidad de asegurar que todo saliera según lo planeado.
![[Imagen: delincuentes-planeando-un-atraco-en-un-m...W7Fx0vhSo=]](https://media.istockphoto.com/id/1392436127/es/v%C3%ADdeo/delincuentes-planeando-un-atraco-en-un-mapa.jpg?s=640x640&k=20&c=zQ09FLlt8idQk1Icm7KTFVDEcqV4XoprEBW7Fx0vhSo=)
"Todo está bajo control", le dijo Bigote, como si leyera sus pensamientos. Pero Nehuen no estaba convencido. Había algo en los ojos de Bigote que no podía descifrar, algo que lo hacía sentir incómodo. El líder del grupo parecía seguro, pero Nehuen no podía evitar sentir que algo no estaba bien.
Al llegar al galpón, la operación comenzó. Jenifer desactivó las cámaras de seguridad, mientras El Chacal y Nehuen se encargaban de vigilar las entradas. Dentro, el ambiente era denso, como si el aire estuviera impregnado de la ilegalidad que se respiraba en cada rincón.
![[Imagen: video_preview_0000.jpg?w=500&cf_fit=cove...947824f265]](https://elements-resized.envatousercontent.com/elements-video-cover-images/68fb6dcf-4c45-4dee-ad8f-bde0de2de451/video_preview/video_preview_0000.jpg?w=500&cf_fit=cover&q=85&format=auto&s=33a61fdedde456aa1ff7681e55537b32b718e28a7794ce109f9038947824f265)
Cuando Nehuen ingresó al edificio, la escena que se presentó ante sus ojos era desoladora. Montones de cajas de armas y paquetes de droga se apilaban en el interior, confirmando la magnitud de la operación. Sin embargo, antes de que pudieran mover nada, un sonido seco rompió el silencio: una sirena distante, apenas audible pero lo suficientemente cercana como para alertarlos.
Bigote reaccionó al instante. "¡Corran!" ordenó con voz firme. Pero Nehuen ya sabía lo que venía. Algo no estaba bien. Justo cuando iban a hacer el primer movimiento, las luces se apagaron, y un grupo de hombres armados apareció desde las sombras. La banda rival, que había estado esperando, había llegado antes matando así algunos miembros de la banda de Bigotes que estaban afuera. Jenifer informaría de esto a los demás.
![[Imagen: https%3A%2F%2Fcloudfront-eu-central-1.im...smart=true]](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fcloudfront-eu-central-1.images.arcpublishing.com%2Fprisa%2FA42HYGKOIVDWJMBGV4WISLG2CM.png?auth=fef92f6fb8f762ea3c8d1255f64122bbb3b4d859c53ee6252bde390706490cbf&width=1960&height=1470&smart=true)
El enfrentamiento fue inmediato. La tensión se desbordó en una lluvia de balas, Bigote y Nehuen se cubrieron detrás de una pila de cajas. El sonido de las armas resonaba en sus oídos, pero Nehuen, con el corazón latiendo a mil por hora, mantenía la calma. "¡Hay que sacar todo, rápido!" gritó Bigote, pero algo en su tono de voz sonaba diferente. Nehuen no podía dejar de sentir que todo aquello era una trampa, pero el miedo a perder lo ganado lo empujaba a seguir adelante.
![[Imagen: o_1693938347.jpg]](https://elonce-media.elonce.com/fotos-nuevo/2023/09/05/o_1693938347.jpg)
El Sacrificio de Bigote
La batalla se intensificó, y la situación se volvió cada vez más desesperada. Nehuen luchaba, pero algo estaba fuera de lugar. En un descuido, un disparo alcanzó a Bigote en el hombro. El hombre que había sido su mentor, el líder que lo había guiado, caía al suelo con un grito de dolor.
Nehuen intentó detener la hemorragia, pero la herida era fatal. Bigote había muerto en sus brazos, y Nehuen no pudo hacer nada para salvarlo. El peso de la culpa lo aplastó, pero no había tiempo para lamentarse. La batalla seguía.
La huida y la decisión final
Con la muerte de Bigote, el liderazgo de la banda pasó a Nehuen, aunque él no lo buscaba. La fuga fue una carrera contra el tiempo. Los hombres de la banda rival seguían persiguiéndolos, pero Nehuen lideró con rapidez y estrategia, logrando escapar con lo que pudieron cargar.
![[Imagen: _ImFzqWB_360x240__1.jpg]](https://www.clarin.com/2019/10/12/_ImFzqWB_360x240__1.jpg)
Cuando finalmente se refugiaron en un lugar seguro, Nehuen se quedó en silencio, mirando el cadáver de Bigote. Lo que comenzó como una oportunidad para escapar de su vida pasada, ahora lo había condenado a una nueva realidad. La lealtad había tenido un precio muy alto.
![[Imagen: pexels-photo-13564656.jpeg?auto=compress...rop&w=1200]](https://images.pexels.com/photos/13564656/pexels-photo-13564656.jpeg?auto=compress&cs=tinysrgb&h=627&fit=crop&w=1200)
Esa noche, mientras sus compañeros celebraban la huida, Nehuen se retiró al fondo del edificio. Sabía que la vida delictiva ya no era para él. La muerte de Bigote lo había cambiado, y la sangre derramada no valía lo que había ganado.
El Retiro y el Cambio de Rumbo
Años después de esa noche, Nehuen dejó las calles de Salta. El dinero del golpe le permitió vivir sin preocupaciones económicas, pero lo que realmente necesitaba era encontrar una nueva forma de existir. Decidió invertir en pequeños negocios, alejándose de las sombras del pasado.
Aunque su decisión de retirarse fue bien recibida por muchos, las cicatrices del pasado aún lo perseguían. Cada inversión, cada nuevo proyecto, lo recordaba a aquel joven que había creído que el poder era todo, pero que ahora entendía que la verdadera libertad venía de alejarse de las cadenas del crimen.
Al final, Nehuen logró algo que muchos no alcanzaron: paz interior. Aunque nunca olvidó a Bigote ni lo que vivió, aprendió a construir su futuro lejos del caos, como un hombre hecho a su manera, en un mundo donde ya no necesitaba arriesgarlo todo para obtener lo que quería.
FIN.