Ayer, 04:26 PM
Nombre: Rafael_Cotero
Edad: 20
Altura:1,82
Madre: ?
Padre: ?
Objetivo: Conseguir un pdr positivo
Edad: 20
Altura:1,82
Madre: ?
Padre: ?
Objetivo: Conseguir un pdr positivo
Historia
Capítulo 1: El Príncipe de Los Santos
Rafael Cotero nunca conoció el amor de una familia. Abandonado en las calles de Los Santos, Argentina, creció en orfanatos y refugios temporales, aprendiendo desde pequeño que solo los fuertes sobreviven. Sin nadie que lo guiara, la calle se convirtió en su escuela y la violencia en su lenguaje. Aprendió a robar para comer, a pelear para defenderse y a mentir para sobrevivir. Pero Rafael no era solo otro niño de la calle si no que tenía ambición, inteligencia y una frialdad que lo hacía destacar entre los demás.
A los 15 años, llamó la atención de "El Viejo" Ledesma, un capo veterano que controlaba gran parte del tráfico en la ciudad. Ledesma vio en Rafael a alguien con potencial, alguien que no temía ensuciarse las manos. Lo tomó bajo su ala y le enseñó el negocio desde lo más bajo. Comenzó como un simple mensajero, luego pasó a manejar pequeños cargamentos y, finalmente, a dirigir su propio grupo de vendedores. Rafael aprendió rápido. Sabía cuándo hablar y cuándo callar, cuándo moverse y cuándo esperar. Su habilidad para leer a las personas lo hizo ascender rápidamente dentro de la organización.
![[Imagen: qPxMdJf.png]](https://i.imgur.com/qPxMdJf.png)
Rafael Cotero nunca conoció el amor de una familia. Abandonado en las calles de Los Santos, Argentina, creció en orfanatos y refugios temporales, aprendiendo desde pequeño que solo los fuertes sobreviven. Sin nadie que lo guiara, la calle se convirtió en su escuela y la violencia en su lenguaje. Aprendió a robar para comer, a pelear para defenderse y a mentir para sobrevivir. Pero Rafael no era solo otro niño de la calle si no que tenía ambición, inteligencia y una frialdad que lo hacía destacar entre los demás.
A los 15 años, llamó la atención de "El Viejo" Ledesma, un capo veterano que controlaba gran parte del tráfico en la ciudad. Ledesma vio en Rafael a alguien con potencial, alguien que no temía ensuciarse las manos. Lo tomó bajo su ala y le enseñó el negocio desde lo más bajo. Comenzó como un simple mensajero, luego pasó a manejar pequeños cargamentos y, finalmente, a dirigir su propio grupo de vendedores. Rafael aprendió rápido. Sabía cuándo hablar y cuándo callar, cuándo moverse y cuándo esperar. Su habilidad para leer a las personas lo hizo ascender rápidamente dentro de la organización.
Capítulo 2: Guerra y Traición
Cuando cumplió 18 años, Rafael ya tenía su propio equipo y controlaba varias rutas de distribución. Sin embargo, su rápido ascenso despertó la envidia y el miedo de los hermanos Suárez, quienes dominaban el tráfico en Los Santos desde hacía años. Al principio, intentaron intimidarlo, enviando sicarios para asesinar a sus hombres y robar su mercancía. Pero Rafael no era de los que retrocedían. Respondió con ataques quirúrgicos, eliminando a los responsables uno por uno, sembrando el terror en sus enemigos.
El conflicto escaló rápidamente, convirtiéndose en una guerra sin cuartel. Fue entonces cuando "El Gordo" Méndez, su hombre de confianza, lo traicionó. Lo vendió a los Suárez, quienes lo capturaron y lo llevaron a un almacén abandonado. Golpeado y herido, le dieron una opción: unirse a ellos o morir. Rafael fingió sumisión, prometiendo su lealtad. Pero en su mente solo había una idea: venganza.
![[Imagen: uRAfNmF.png]](https://i.imgur.com/uRAfNmF.png)
Cuando cumplió 18 años, Rafael ya tenía su propio equipo y controlaba varias rutas de distribución. Sin embargo, su rápido ascenso despertó la envidia y el miedo de los hermanos Suárez, quienes dominaban el tráfico en Los Santos desde hacía años. Al principio, intentaron intimidarlo, enviando sicarios para asesinar a sus hombres y robar su mercancía. Pero Rafael no era de los que retrocedían. Respondió con ataques quirúrgicos, eliminando a los responsables uno por uno, sembrando el terror en sus enemigos.
El conflicto escaló rápidamente, convirtiéndose en una guerra sin cuartel. Fue entonces cuando "El Gordo" Méndez, su hombre de confianza, lo traicionó. Lo vendió a los Suárez, quienes lo capturaron y lo llevaron a un almacén abandonado. Golpeado y herido, le dieron una opción: unirse a ellos o morir. Rafael fingió sumisión, prometiendo su lealtad. Pero en su mente solo había una idea: venganza.
Capítulo 3: Venganza y Leyenda
Durante meses, Rafael jugó su papel a la perfección. Se infiltró en la organización de los Suárez, ganándose su confianza mientras en secreto debilitaba sus operaciones. Saboteó sus envíos, sembró desconfianza entre sus hombres y los enfrentó entre ellos. Finalmente, organizó una emboscada donde ejecutó personalmente a los hermanos. "El Gordo" Méndez fue el último en morir. Arrodillado ante Rafael, rogó por su vida, pero su antiguo líder solo le respondió: "La lealtad se paga con sangre". Un disparo en la frente puso fin a su suplica.
Con los Suárez eliminados, Rafael se convirtió en la figura más temida de Los Santos. Sin embargo, la sangre derramada no pasó desapercibida. La policía intensificó su cacería y los aliados de los Suárez comenzaron a reorganizarse, listos para reclamar su territorio.
![[Imagen: 2CMcZeK.png]](https://i.imgur.com/2CMcZeK.png)
Durante meses, Rafael jugó su papel a la perfección. Se infiltró en la organización de los Suárez, ganándose su confianza mientras en secreto debilitaba sus operaciones. Saboteó sus envíos, sembró desconfianza entre sus hombres y los enfrentó entre ellos. Finalmente, organizó una emboscada donde ejecutó personalmente a los hermanos. "El Gordo" Méndez fue el último en morir. Arrodillado ante Rafael, rogó por su vida, pero su antiguo líder solo le respondió: "La lealtad se paga con sangre". Un disparo en la frente puso fin a su suplica.
Con los Suárez eliminados, Rafael se convirtió en la figura más temida de Los Santos. Sin embargo, la sangre derramada no pasó desapercibida. La policía intensificó su cacería y los aliados de los Suárez comenzaron a reorganizarse, listos para reclamar su territorio.
Capítulo 4: La Cacería
El gobierno puso un precio a su cabeza, y Los Santos se convirtió en un campo de batalla. La policía cerró las rutas de escape, confiscó cargamentos y arrestó a sus hombres. Rafael comenzó a perder terreno. En cada reunión, su círculo se hacía más pequeño; las deserciones eran constantes y la traición, inevitable.
Una noche, un grupo de sicarios atacó uno de sus escondites. Rafael logró escapar, pero perdió a varios de sus mejores hombres. La sensación de invencibilidad que alguna vez tuvo desapareció. Por primera vez, sintió el miedo real: el miedo a la caída.
![[Imagen: KFqM3x7.jpeg]](https://i.imgur.com/KFqM3x7.jpeg)
El gobierno puso un precio a su cabeza, y Los Santos se convirtió en un campo de batalla. La policía cerró las rutas de escape, confiscó cargamentos y arrestó a sus hombres. Rafael comenzó a perder terreno. En cada reunión, su círculo se hacía más pequeño; las deserciones eran constantes y la traición, inevitable.
Una noche, un grupo de sicarios atacó uno de sus escondites. Rafael logró escapar, pero perdió a varios de sus mejores hombres. La sensación de invencibilidad que alguna vez tuvo desapareció. Por primera vez, sintió el miedo real: el miedo a la caída.
Capítulo 5: Un Nuevo Comienzo
Sabiendo que su tiempo en Los Santos había terminado, Rafael reunió lo que quedaba de su fortuna y organizó su escape. Consiguió documentos falsos, cambió su apariencia y abordó un barco con destino a un país desconocido. Creyó que, por primera vez en años, podía respirar tranquilo.
Los primeros días fueron de alivio. Se instaló en un departamento modesto y comenzó a moverse con cautela. Sin embargo, la paranoia nunca lo abandonó. Cada sombra en la calle le parecía una amenaza, cada persona que lo miraba por más de unos segundos se convertía en un posible enemigo. Sabía que su pasado no lo dejaría ir tan fácilmente.
Una noche, mientras tomaba un café en un restaurante apartado, notó un rostro familiar entre la multitud. Un viejo enemigo, alguien que había perdido todo por su culpa, estaba tras sus pasos. Rafael se levantó de inmediato y salió del local, caminando a paso firme por calles oscuras. El peligro era inminente.
![[Imagen: u0TNHzg.jpeg]](https://i.imgur.com/u0TNHzg.jpeg)
Sabiendo que su tiempo en Los Santos había terminado, Rafael reunió lo que quedaba de su fortuna y organizó su escape. Consiguió documentos falsos, cambió su apariencia y abordó un barco con destino a un país desconocido. Creyó que, por primera vez en años, podía respirar tranquilo.
Los primeros días fueron de alivio. Se instaló en un departamento modesto y comenzó a moverse con cautela. Sin embargo, la paranoia nunca lo abandonó. Cada sombra en la calle le parecía una amenaza, cada persona que lo miraba por más de unos segundos se convertía en un posible enemigo. Sabía que su pasado no lo dejaría ir tan fácilmente.
Una noche, mientras tomaba un café en un restaurante apartado, notó un rostro familiar entre la multitud. Un viejo enemigo, alguien que había perdido todo por su culpa, estaba tras sus pasos. Rafael se levantó de inmediato y salió del local, caminando a paso firme por calles oscuras. El peligro era inminente.
Capítulo 6: El Final del Príncipe
La lluvia caía con fuerza cuando Rafael sintió el peso de la noche sobre sus hombros. Caminaba con prisa, mirando a su alrededor, pero su instinto le decía que era demasiado tarde. Giró por un callejón estrecho, esperando perder a su perseguidor, pero ahí estaba él. Un hombre vestido de negro, con un rostro marcado por la venganza, bloqueaba su paso.
—Pensaste que podías escapar de lo que hiciste, Rafael —susurró la figura en la penumbra.
Rafael desenfundó su arma, pero no fue lo suficientemente rápido. Un primer disparo retumbó en la noche, impactándolo en el abdomen. Tropezó hacia atrás, apretando la herida con su mano. El dolor era intenso, pero su mente aún pensaba en una salida. Antes de poder reaccionar, un segundo disparo lo alcanzó en el pecho.
Cayó de rodillas, la lluvia mezclándose con la sangre que brotaba de su cuerpo. Sus manos temblorosas intentaron aferrarse a la vida, pero sabía que era inútil. Miró al cielo oscuro, una extraña paz invadiéndolo. Sus últimos pensamientos no fueron de arrepentimiento, sino de aceptación. Había vivido como un rey en las sombras, y ahora moría como una leyenda.
Con su último aliento, una leve sonrisa apareció en su rostro. En Los Santos, su nombre seguiría resonando. No como un simple hombre, sino como el Príncipe que desafió al destino hasta su último suspiro.
![[Imagen: hgoLczA.jpeg]](https://i.imgur.com/hgoLczA.jpeg)
Este es el fin de la historia, espero que esta vez si les allá gustado y obtenga mi pdr positivo.
Gracias por ver...
La lluvia caía con fuerza cuando Rafael sintió el peso de la noche sobre sus hombros. Caminaba con prisa, mirando a su alrededor, pero su instinto le decía que era demasiado tarde. Giró por un callejón estrecho, esperando perder a su perseguidor, pero ahí estaba él. Un hombre vestido de negro, con un rostro marcado por la venganza, bloqueaba su paso.
—Pensaste que podías escapar de lo que hiciste, Rafael —susurró la figura en la penumbra.
Rafael desenfundó su arma, pero no fue lo suficientemente rápido. Un primer disparo retumbó en la noche, impactándolo en el abdomen. Tropezó hacia atrás, apretando la herida con su mano. El dolor era intenso, pero su mente aún pensaba en una salida. Antes de poder reaccionar, un segundo disparo lo alcanzó en el pecho.
Cayó de rodillas, la lluvia mezclándose con la sangre que brotaba de su cuerpo. Sus manos temblorosas intentaron aferrarse a la vida, pero sabía que era inútil. Miró al cielo oscuro, una extraña paz invadiéndolo. Sus últimos pensamientos no fueron de arrepentimiento, sino de aceptación. Había vivido como un rey en las sombras, y ahora moría como una leyenda.
Con su último aliento, una leve sonrisa apareció en su rostro. En Los Santos, su nombre seguiría resonando. No como un simple hombre, sino como el Príncipe que desafió al destino hasta su último suspiro.
Este es el fin de la historia, espero que esta vez si les allá gustado y obtenga mi pdr positivo.
Gracias por ver...
