Ficha de Personaje: John Miller
Nombre Completo: John MillerEdad: 22 años
Nacimiento: 21 de noviembre de 2003
Lugar de Nacimiento: Buenos Aires, Hospital Jefferson
Ocupación: "Ex-gánster", actualmente en libertad condicional
Estado Actual: En libertad condicional, en proceso de reinserción social
Familiares y amigos cercanos:
Antonio Miller (Hermano mayor)
Carlitos Miller (Segundo hermano mayor)
Rodolfo Miller (Hermano menor)
Ricardo Montaner (Amigos cercano)
Tito Schneider (Amigos cercano)
Enzo Julian (Amigos desde muy chicos)
Frank Davis (Amigos desde muy chicos)
Virtudes de John:
- Veloz y audaz.
- Bueno con las armas (Tanto cortas como largas)
- Muy buen piloto de autos y motos.
- Buen negociador y regateador de precios.
La vida de John Miller
Capítulo 1: Niñez - Creciendo entre sombrasJohn nació en el Hospital Jefferson, Buenos Aires, un lugar que para él no significa mucho más que un punto en su partida. Desde chiquito, la vida no fue fácil. Su madre, Marta, siempre estuvo trabajando de empleada doméstica, limpiando casas en los barrios ricos para poder mantener a sus tres hijos. Mientras tanto, su padre, un tipo con poco sentido de responsabilidad, los dejó cuando John tenía apenas tres años. De ahí en más, Marta tuvo que sacar adelante a la familia sola, luchando día a día para conseguir algo de dinero, aunque nunca era suficiente.
En la casa, el ambiente estaba cargado. John nunca tuvo una figura paterna a quien recurrir. Su madre siempre estaba agotada por el trabajo, y eso lo dejaba con mucho tiempo libre. Al principio, pasaba horas jugando al fútbol en la calle con los chicos del barrio. Ganton, su barrio, era un lugar donde la pobreza y la violencia se respiraban en el aire. Pero, en sus primeros años, John se sentía libre, sin saber que el lugar donde había nacido sería lo que marcaría su vida para siempre.
Entre sus hermanos, John siempre fue el rebelde. Antonio, su hermano mayor, era el que se encargaba de "hacer las cosas bien", el que nunca metía la pata y siempre trataba de ser el ejemplo para los más chicos. Carlitos, su hermano del medio, era el que siempre tenía la atención de su madre. Era el consentido, el que no hacía muchas preguntas y siempre era "el bueno". Pero a John, todo eso le daba lo mismo. Sentía que no encajaba en ninguna parte. Nadie lo entendía. Sentía que tenía que hacer algo para destacar, para ser alguien. Y fue ahí cuando empezó a buscar el camino equivocado.
Capítulo 2: Infancia - Influencias y decisiones equivocadas
A los 12 años, la situación comenzó a ponerse más difícil. John comenzó a alejarse de la escuela y a salir más seguido con los chicos del barrio. Ahí fue cuando conoció a Frank Davis y Enzo Julián, dos chicos con los que forjaría una amistad que cambiaría su vida. Frank y Enzo no eran precisamente buenos chicos. Eran el tipo de chicos que siempre estaban buscando problemas, buscando alguna forma de escapar de la rutina aburrida del barrio. A John le encantó esa sensación de ser parte de algo, de no sentirse solo.
Mientras su madre trabajaba hasta tarde, John se quedaba con Frank y Enzo en las esquinas, haciendo cosas que sabía que no estaban bien. Al principio, fueron pequeños robos. Cosas simples, como robar golosinas o relojes baratos de tiendas locales. Pero, conforme fue pasando el tiempo, las cosas fueron escalando. El dinero fácil, la adrenalina, todo eso lo hacía sentir vivo. Y mientras más lo hacía, más se alejaba de su madre, de su familia, de su propia vida.
A veces, cuando volvían de las "aventuras", John sentía que su madre lo miraba con una mezcla de tristeza y desesperación. Aunque nunca lo decía directamente, sabía que Marta se preocupaba, pero tampoco sabía cómo ayudarlo. Para ella, su hijo estaba cambiando, y no sabía si podía hacer algo al respecto. La ausencia de su padre solo lo hacía más difícil. John no tenía a nadie que realmente le dijera qué hacer. Su vida en casa estaba llena de silencio y miradas cansadas.
Capítulo 3: Adolescencia - El camino hacia el crimen organizado
A los 15 años, ya era un chico que estaba completamente metido en el mundo de los delitos. Los pequeños robos ya no le bastaban. Robar teléfonos, dinero, electrónica… eso ya era solo un calentamiento para lo que vendría después. Con Frank y Enzo, empezó a entrar en un círculo más peligroso. El crimen en su barrio se había convertido en algo habitual. Lo que antes parecía algo excepcional, ahora era una parte normal de su vida.
Dejó la escuela a los 16 años, convencido de que la educación no tenía nada que ofrecerle. La escuela, los profesores, todo eso le parecía una pérdida de tiempo. Su mundo ahora era el de las calles. Los robos a mano armada fueron su siguiente paso. De vez en cuando, se metían en tiendas de electrónicos o gasolineras para robar dinero. No siempre salían con todo lo que querían, pero a veces la adrenalina y la sensación de poder valían más que el dinero que ganaban.
Una noche, a los 17 años, la situación se complicó. Enzo había planeado un robo a una tienda de tecnología en el centro de Los Santos. Había todo un plan: Frank haría el papel de "guardia", mientras que Enzo y John se encargaban de cargar con lo que pudieran. Las cosas, como siempre, parecían fáciles en papel. Pero no lo fueron.
En cuanto entraron a la tienda, la alarma sonó. No habían contado con la seguridad que tenía el lugar. Fue un desastre. Los tres intentaron escapar, pero la policía ya estaba cerca. En esa carrera por la libertad, John sintió el pánico como nunca antes. Se dio cuenta de lo que realmente estaba arriesgando. Fue arrestado junto con Enzo y Frank.
Capítulo 4: En la cárcel - Reflexión y primera lección
Pasó seis meses en un centro de detención juvenil. Fue el tiempo más largo que estuvo sin salir de las calles, sin hacer nada que le pareciera “importante”. Al principio, estaba enfadado. Sentía que todo le había salido mal. Se encontraba rodeado de chicos como él, con historias parecidas, pero también más duras. Muchos de ellos no tenían otra opción que seguir en ese mundo.
Pero fue ahí, entre paredes de concreto, donde John comenzó a hacer algo que nunca había hecho antes: pensar. Pensó en todo lo que había hecho hasta el momento, en cómo su vida había cambiado desde que era un niño que solo quería jugar al fútbol. Recordó a su madre, a Antonio, a Carlitos… se dio cuenta de que había perdido tanto. Fue en esos días oscuros cuando se dio cuenta de que tenía que hacer algo para cambiar.
En la cárcel, participó en varios programas de rehabilitación. Aunque al principio no le interesaban para nada, con el tiempo empezó a encontrarles sentido. Aprendió a hacer cosas que nunca se imaginó, como carpintería, y empezó a pensar en un futuro que no incluyera más robos ni problemas con la ley. También, por primera vez, le dieron un terapeuta que realmente lo hizo reflexionar sobre su vida, y eso lo cambió.
Capítulo 5: Libertad Condicional - El intento de un nuevo camino
Cuando finalmente salió de la cárcel, John ya no era el mismo. Aunque el barrio aún lo llamaba, y las malas influencias seguían ahí, algo en su interior había cambiado. Quería hacer las cosas bien, o al menos intentarlo. Con el apoyo de su madre, que aunque siempre estuvo preocupada, lo recibió con los brazos abiertos, John comenzó a alejarse de sus viejos amigos. Sabía que no podía volver a caer en las mismas, pero la tentación siempre estaba ahí.
Ahora, con 22 años, está en libertad condicional. Está aprendiendo a adaptarse al mundo fuera de la cárcel y está haciendo todo lo posible para no volver a caer en su antigua vida. A veces se siente perdido, y la tentación de volver a lo fácil, de caer en las viejas costumbres, es fuerte. Pero por ahora, John tiene la determinación de seguir adelante, con la esperanza de que un futuro mejor está esperando.
Descripción física
Ojos:Ojos marrones, no muy grandes, pero tienen algo en la mirada. Como si pudieran ver más allá de lo que muestras. A veces parecen cansados, como si estuviera pensando en todo lo que ha pasado.
Cabello:
Castaño oscuro, corto y siempre algo desordenado. No le importa mucho el estilo, lo corta rápido para no complicarse.
Piel:
De tono bronceado, de estar siempre afuera, en la calle. Tiene algunas marcas de quemaduras pequeñas de esos momentos en que no te das cuenta del daño hasta que ya es tarde.
Físico:
Mide 1.75 m, no es musculoso, pero se nota que está en forma. Tiene cuerpo de jugador de fútbol, aunque ya hace tiempo que dejó eso.
Rostro:
Tiene cara seria, con mandíbula fuerte y una nariz algo torcida de una pelea de joven. La boca es algo gruesa, pero casi nunca sonríe, solo en confianza.
Cicatrices:
Cicatriz mejilla izquierda:
Historia: Esta cicatriz es de una pelea que tuvo cuando era más chico, en pleno quilombo con una banda rival. Estaban robando una tienda y uno de los chicos del otro bando le pasó un cuchillo por la cara. No fue tan grave, pero quedó la marca, algo que le quedó ahí siempre, recordándole lo que fue su vida en ese entonces.
Cicatriz en la muñeca derecha:
Historia: Esta cicatriz es de una vez que estaba escapando de la policía en medio de un robo. Estaba tan apurado que terminó cayéndose sobre vidrios rotos y se cortó la muñeca bastante feo. Lo tuvieron que coser, pero salió con suerte.
Cicatriz en el brazo izquierdo (herida de bala):
Historia: A los 18, se metió en un lío con una banda rival y, en medio del caos, le dieron un balazo en el brazo. Estaba con Frank y Enzo y todo se fue de las manos cuando una de las bandas rivales empezó a disparar. La bala le rozó el hueso, estuvo cerca, pero salió con vida, aunque le quedó la marca.
Significado: Esa cicatriz es la prueba de lo peligrosa que fue su vida en las calles. Es como un recordatorio de lo cerca que estuvo de perderlo todo en un segundo. La violencia siempre lo persiguió, pero él pudo sobrevivir a todo eso.
Cicatriz en el abdomen (corte profundo por intento de robo fallido):
Historia: Una vez, en uno de los robos más peligrosos que hizo, intentó robar una tienda y el dueño, medio loco, le metió un cuchillo en el abdomen para defender su negocio. La herida fue bastante fea, pero después de un tiempo, se curó. A veces, todavía siente esa cicatriz cuando se mueve de más.
Notas Finales:
Aunque John sigue teniendo muchas cicatrices de su pasado, tiene la determinación de cambiar. Su viaje hacia la redención está apenas comenzando, y aunque el camino no será fácil, tiene la esperanza de que aún puede tener un futuro diferente al que tenía antes.