25-07-2024, 11:40 AM
NOMBRE: Brad
APELLIDO: Benedetti
EDAD: 32 AÑOS
ESTATURA: 1.74
PESO: 78
PADRE: Mario Benedetti
MADRE: Laura Benedetti
NACIONALIDAD: COLOMBIANO
APELLIDO: Benedetti
EDAD: 32 AÑOS
ESTATURA: 1.74
PESO: 78
PADRE: Mario Benedetti
MADRE: Laura Benedetti
NACIONALIDAD: COLOMBIANO
FECHA DE NACIMIENTO: 5 de diciembre de 1991
LUGAR DE NACIMIENTO: Comuna 13, Medellín, Colombia
LUGAR DE NACIMIENTO: Comuna 13, Medellín, Colombia
Nacimiento:
Brad Benedetti nació en la Comuna 13, una de las zonas más emblemáticas de Medellín, Colombia, el 12 de junio de 1988. La Comuna 13 ha sido conocida por su historia de conflicto y violencia, pero también por su resiliencia y rica vida cultural. Brad llegó al mundo en un pequeño apartamento en un edificio de concreto, rodeado de los sonidos y vibraciones de una comunidad que, a pesar de las dificultades, seguía vibrando con energía y esperanza. Sus padres, Mario y Laura Benedetti, eran trabajadores incansables; Mario era mecánico y Laura, costurera, y juntos luchaban por ofrecer un futuro mejor a su hijo.
Niñez:
Desde muy temprana edad, Brad se vio inmerso en el vibrante tejido social de la Comuna 13. La niñez de Brad estuvo marcada por una mezcla de alegría y adversidad. A pesar de las carencias económicas, su hogar estaba lleno de amor y creatividad. Su madre, Laura, le enseñó a cantar y a tocar el tambor, mientras que su padre le transmitió el valor del trabajo duro y la importancia de la comunidad.
Brad era un niño curioso y creativo, siempre buscando nuevas formas de expresarse. Pasaba horas jugando en la calle, rodeado de amigos que compartían su pasión por la música y el baile. A menudo participaba en las fiestas locales y en las tradicionales "jornadas de pintura" organizadas por la comunidad, donde se pintaban murales en las paredes del barrio, reflejando tanto las luchas como las esperanzas de sus residentes.
La escuela primaria fue un refugio para Brad, donde encontró apoyo y motivación a través de sus maestros, quienes reconocieron su talento para el arte y la música. Sin embargo, la realidad del entorno también era dura, y Brad aprendió desde joven a ser resiliente y a encontrar la belleza en los desafíos.
Desde muy temprana edad, Brad se vio inmerso en el vibrante tejido social de la Comuna 13. La niñez de Brad estuvo marcada por una mezcla de alegría y adversidad. A pesar de las carencias económicas, su hogar estaba lleno de amor y creatividad. Su madre, Laura, le enseñó a cantar y a tocar el tambor, mientras que su padre le transmitió el valor del trabajo duro y la importancia de la comunidad.
Brad era un niño curioso y creativo, siempre buscando nuevas formas de expresarse. Pasaba horas jugando en la calle, rodeado de amigos que compartían su pasión por la música y el baile. A menudo participaba en las fiestas locales y en las tradicionales "jornadas de pintura" organizadas por la comunidad, donde se pintaban murales en las paredes del barrio, reflejando tanto las luchas como las esperanzas de sus residentes.
La escuela primaria fue un refugio para Brad, donde encontró apoyo y motivación a través de sus maestros, quienes reconocieron su talento para el arte y la música. Sin embargo, la realidad del entorno también era dura, y Brad aprendió desde joven a ser resiliente y a encontrar la belleza en los desafíos.
Juventud:
Al llegar a la adolescencia, Brad se vio atraído por el mundo del breakdance y el hip-hop, movimientos que resonaban profundamente con su espíritu y su deseo de superación. Se unió a un grupo local de baile y pronto se convirtió en una figura destacada en la escena del breakdance de Medellín. Su habilidad para combinar movimientos fluidos con una actitud enérgica le ganó varios premios en competiciones regionales.Durante estos años, Brad también tuvo la oportunidad de asistir a la escuela secundaria técnica, donde comenzó a explorar su interés en la tecnología. Desarrolló una pasión por la ingeniería electrónica, en parte gracias a un programa de mentoría que lo introdujo al mundo de la robótica y la programación. Sus logros en la escuela técnica y su habilidad para equilibrar el arte y la ciencia lo llevaron a recibir una beca para estudiar ingeniería electrónica en la Universidad de Medellín.
La juventud de Brad estuvo marcada por la dualidad entre su amor por el arte y su creciente interés en la tecnología. Participaba activamente en proyectos de arte comunitario mientras asistía a clases y talleres sobre robótica y tecnología, siempre buscando formas de integrar sus dos pasiones.
Adultez:
Con el inicio de su adultez, Brad decidió que quería hacer una diferencia significativa en su comunidad. En 2012, fundó "TechArt para Todos", una organización sin fines de lucro que utiliza la tecnología y el arte para empoderar a los jóvenes de la Comuna 13 y otras áreas desfavorecidas de Medellín. La organización ofrece talleres y programas educativos en robótica, programación, diseño digital y artes visuales, brindando a los jóvenes herramientas para desarrollar habilidades técnicas y creativas.
El trabajo de Brad con "TechArt para Todos" no solo proporcionó acceso a educación tecnológica, sino que también ayudó a construir una comunidad de apoyo y colaboración. Bajo su liderazgo, la organización creció rápidamente y estableció varios centros en diferentes comunas de Medellín. Brad también comenzó a colaborar con empresas tecnológicas y universidades para obtener recursos y expertos que ayudaran a mejorar los programas de la organización.
Brad se convirtió en un referente en la comunidad por su capacidad para transformar desafíos en oportunidades. Su esfuerzo y dedicación no pasaron desapercibidos; recibió varios premios y reconocimientos por su trabajo en pro de la educación y el desarrollo comunitario. Sin embargo, Brad mantuvo su enfoque en la misión de "TechArt para Todos", dedicando gran parte de su tiempo a la mentoría directa de jóvenes y a la supervisión de proyectos comunitarios.
Actualidad:
En la actualidad, Brad Benedetti sigue siendo una figura clave en Medellín. Su organización, "TechArt para Todos", continúa expandiendo sus actividades y su influencia, con proyectos en curso que buscan integrar nuevas tecnologías y metodologías educativas. La iniciativa ha impactado a miles de jóvenes, proporcionando oportunidades que antes parecían inalcanzables para muchos en su comunidad.Actualidad:
Brad sigue residiendo en la Comuna 13, donde sigue involucrado en actividades locales y mantiene un fuerte vínculo con su comunidad. Además de su trabajo con la organización, Brad también es un orador motivacional y participa en conferencias y talleres para inspirar a otras personas a seguir sus pasos.
Su vida es un testimonio de cómo la pasión, la educación y el compromiso pueden generar cambios positivos en las comunidades más necesitadas. Brad continúa trabajando incansablemente para asegurar que el legado de "TechArt para Todos" siga creciendo y brindando esperanza y oportunidades a las futuras generaciones.
LaNeaa