28-11-2024, 09:36 AM
1 Datos Basicos:
Nombre completo: Larry Isaias Vidal Contreras
Alias:¨La Cucaracha¨
Fecha de nacimiento: 1999 10 de mayo
Lugar de nacimiento: Puente alto,Chile
Nacionalidad: Chilena
Estado civil: Soltero
2 Descripcion Fisica:
Altura:1,92
Peso:79 kg
Complexion:Musculosa
Color de piel: Palido
Corte de pelo: Corto,castaño,un degradado en la parte de atras
Ojos: Grises,achinados
Caracteristicas Fisicas: tatuaje de un leon en el pecho,el nombre de su familia en los brazos y una Cicatriz Notoria en la espalda
De la calle a la oscuridad
Parte 1: El Origen de la Sombra
Larry Vidal nació en un barrio olvidado, un lugar donde los sueños no se cultivaban, sino que se marchitaban antes de nacer. Su madre, Teresa, una mujer de carácter fuerte pero quebrada por la vida, trabajaba limpiando casas ajenas. Su padre, Miguel, un hombre atrapado por sus demonios internos, lo abandonó cuando Larry tenía apenas cinco años. La indiferencia del mundo parecía estar escrita en las estrellas, y en los ojos de Larry brillaba la furia de quien sabe que no tiene un futuro prometedor.
Con seis años, Larry comenzó a vivir en las calles. Las mismas que, al principio, eran un espacio aterrador, se convirtieron en su único hogar. Aprendió a moverse rápido entre las multitudes, a pedir limosna con una mirada que al mismo tiempo pedía y desafiaba. Los otros niños de la calle lo respetaban, pero no por su edad o su tamaño, sino por la dureza que se reflejaba en su mirada. Larry era un sobreviviente, aunque no siempre lo quería admitir.
Las noches en la calle le enseñaron a ser astuto. De noche, se deslizaba entre las sombras de los edificios abandonados, observando a los ricos desde las ventanas empañadas de sus apartamentos. Era entonces cuando sus miedos lo acosaban más: el miedo al hambre, al frío, a la soledad. Pero también, en algún rincón oscuro de su mente, nacía una idea: "Yo no voy a ser como ellos. No voy a morir aquí".
En su adolescencia, comenzó a robar. Primero pequeñas cosas, un pan, una chaqueta, y luego, cuando sus manos se volvían más ágiles, objetos de mayor valor. Robaba a los turistas, a los empresarios, a todos aquellos que parecían estar demasiado ocupados con su vida como para ver a un niño huérfano de doce años. Aprendió rápidamente a leer el lenguaje corporal, a saber quién era fácil de manipular y quién podía ser un problema. Su habilidad para leer a las personas se convirtió en su superpoder.
Sin embargo, las sombras de la calle no solo trajeron consigo destrezas de supervivencia. Trajeron consigo el miedo constante, una sensación de paranoia que nunca lo dejaba. El miedo a ser atrapado, el miedo a ser olvidado, el miedo a ser invisible. Y, lo más aterrador, el miedo a que, algún día, sus propios demonios lo alcanzaran.
Parte 2: El Ascenso del Fantasma
A los dieciséis años, Larry conoció a un hombre llamado Raúl, un líder de una banda que operaba en las entrañas de la ciudad. Raúl, un hombre de mirada fría y mente calculadora, vio en Larry a un joven con potencial, alguien que sabía moverse en las sombras. Lo introdujo en el mundo de los delitos más grandes: tráfico de información, fraudes cibernéticos, extorsión a grandes corporaciones. Larry no tardó en adaptarse. Se dio cuenta de que el juego no era solo sobre robar, sino sobre manipular, controlar, y, sobre todo, no dejar rastros.
La adrenalina de planear y ejecutar crímenes más complejos lo cautivó. Sin embargo, algo dentro de él comenzó a cambiar. Ya no robaba solo por necesidad. Ahora lo hacía por poder. El dinero, el control, el respeto que le otorgaban sus acciones comenzaron a llenar un vacío en su interior que nunca antes había notado. Pero también lo cambiaron.
A los veinte años, Larry se convirtió en el cerebro detrás de varios ciberataques que sacudieron el mundo corporativo. Hackeó sistemas de seguridad, filtró información confidencial y, por encima de todo, destruyó los rostros de gigantes empresariales con un solo clic. El dinero comenzó a llegar en cantidades industriales. Pero también lo hicieron las amenazas.
Por un lado, sentía una euforia indescriptible, el vértigo de estar en la cima. Por otro lado, la paranoia lo devoraba. Cada vez que recibía una llamada sin número en su teléfono, sentía que estaba a punto de ser atrapado. Cada vez que veía un coche de policía, su corazón se aceleraba, y su mente pensaba en el peor de los escenarios: ¿y si hoy es el día en que me atrapan?
A pesar de todo su éxito, Larry se dio cuenta de algo que no podía ignorar: se había convertido en un fantasma. Nadie lo conocía de verdad, y él ya no sabía cómo reconocerse a sí mismo. La máscara que había creado para protegerse, para sobrevivir, lo estaba consumiendo. Vivir en las sombras tenía un precio, y la incertidumbre sobre su propio valor lo dejaba desorientado. En su interior, las preguntas comenzaron a surgir: ¿Quién soy? ¿Por qué hago esto? ¿A dónde voy?
Parte 3: El Hombre Que Desafió al Sistema
Para cuando Larry tenía veinticinco años, su nombre comenzó a sonar en los pasillos del gobierno y en los foros clandestinos de los hackers. Se convirtió en un nombre temido, casi mitológico. Ya no solo era un ladrón o un hacker, sino una amenaza para el mismo sistema en el que vivía. Se decía que podía destruir cualquier base de datos, que podía manipular cualquier información, que podía hacer caer gobiernos enteros si quisiera.
La presión comenzó a aumentar, y con ella, la paranoia. Nadie sabía qué aspecto tenía Larry Vidal. Nadie lo había visto. Nadie lo había tocado. Solo se conocían sus acciones, sus hackeos, sus fugas imposibles, su nombre codificado en los informes secretos.
Cada movimiento suyo era calculado, cada paso meticulosamente planeado. Pero la ansiedad no desaparecía. En las noches más oscuras, Larry no podía dormir. Escuchaba voces en su cabeza, y en esos momentos, el miedo se apoderaba de él de una forma visceral. Miedo a perder el control. Miedo a ser capturado. Miedo a ser olvidado.
Además, algo más había cambiado en él. Había comenzado a sentirse extraño con el poder que había ganado. Durante años, había deseado ser invisible, pero ahora que lo era, se sentía más solo que nunca. Vivir en la oscuridad le había permitido escapar de todo, pero también de sí mismo. Ya no sabía si la gente que lo temía le tenía miedo a su capacidad o a lo que él mismo había llegado a ser.
Un día, recibió una oferta: un gobierno extranjero lo contactó, ofreciéndole inmunidad a cambio de su lealtad y sus habilidades. Se ofrecían a usar su genio para proteger su país, en lugar de destruirlo. Larry se enfrentó a su mayor dilema: ¿seguiría jugando el juego de las sombras o aceptaría una oportunidad para salir de la oscuridad?
(Segundo intento)
(denmelo pls ;c)
Nombre ic:Larry vidal
Nombre completo: Larry Isaias Vidal Contreras
Alias:¨La Cucaracha¨
Fecha de nacimiento: 1999 10 de mayo
Lugar de nacimiento: Puente alto,Chile
Nacionalidad: Chilena
Estado civil: Soltero
2 Descripcion Fisica:
Altura:1,92
Peso:79 kg
Complexion:Musculosa
Color de piel: Palido
Corte de pelo: Corto,castaño,un degradado en la parte de atras
Ojos: Grises,achinados
Caracteristicas Fisicas: tatuaje de un leon en el pecho,el nombre de su familia en los brazos y una Cicatriz Notoria en la espalda
De la calle a la oscuridad
Parte 1: El Origen de la Sombra
Larry Vidal nació en un barrio olvidado, un lugar donde los sueños no se cultivaban, sino que se marchitaban antes de nacer. Su madre, Teresa, una mujer de carácter fuerte pero quebrada por la vida, trabajaba limpiando casas ajenas. Su padre, Miguel, un hombre atrapado por sus demonios internos, lo abandonó cuando Larry tenía apenas cinco años. La indiferencia del mundo parecía estar escrita en las estrellas, y en los ojos de Larry brillaba la furia de quien sabe que no tiene un futuro prometedor.
Con seis años, Larry comenzó a vivir en las calles. Las mismas que, al principio, eran un espacio aterrador, se convirtieron en su único hogar. Aprendió a moverse rápido entre las multitudes, a pedir limosna con una mirada que al mismo tiempo pedía y desafiaba. Los otros niños de la calle lo respetaban, pero no por su edad o su tamaño, sino por la dureza que se reflejaba en su mirada. Larry era un sobreviviente, aunque no siempre lo quería admitir.
Las noches en la calle le enseñaron a ser astuto. De noche, se deslizaba entre las sombras de los edificios abandonados, observando a los ricos desde las ventanas empañadas de sus apartamentos. Era entonces cuando sus miedos lo acosaban más: el miedo al hambre, al frío, a la soledad. Pero también, en algún rincón oscuro de su mente, nacía una idea: "Yo no voy a ser como ellos. No voy a morir aquí".
En su adolescencia, comenzó a robar. Primero pequeñas cosas, un pan, una chaqueta, y luego, cuando sus manos se volvían más ágiles, objetos de mayor valor. Robaba a los turistas, a los empresarios, a todos aquellos que parecían estar demasiado ocupados con su vida como para ver a un niño huérfano de doce años. Aprendió rápidamente a leer el lenguaje corporal, a saber quién era fácil de manipular y quién podía ser un problema. Su habilidad para leer a las personas se convirtió en su superpoder.
Sin embargo, las sombras de la calle no solo trajeron consigo destrezas de supervivencia. Trajeron consigo el miedo constante, una sensación de paranoia que nunca lo dejaba. El miedo a ser atrapado, el miedo a ser olvidado, el miedo a ser invisible. Y, lo más aterrador, el miedo a que, algún día, sus propios demonios lo alcanzaran.
Parte 2: El Ascenso del Fantasma
A los dieciséis años, Larry conoció a un hombre llamado Raúl, un líder de una banda que operaba en las entrañas de la ciudad. Raúl, un hombre de mirada fría y mente calculadora, vio en Larry a un joven con potencial, alguien que sabía moverse en las sombras. Lo introdujo en el mundo de los delitos más grandes: tráfico de información, fraudes cibernéticos, extorsión a grandes corporaciones. Larry no tardó en adaptarse. Se dio cuenta de que el juego no era solo sobre robar, sino sobre manipular, controlar, y, sobre todo, no dejar rastros.
La adrenalina de planear y ejecutar crímenes más complejos lo cautivó. Sin embargo, algo dentro de él comenzó a cambiar. Ya no robaba solo por necesidad. Ahora lo hacía por poder. El dinero, el control, el respeto que le otorgaban sus acciones comenzaron a llenar un vacío en su interior que nunca antes había notado. Pero también lo cambiaron.
A los veinte años, Larry se convirtió en el cerebro detrás de varios ciberataques que sacudieron el mundo corporativo. Hackeó sistemas de seguridad, filtró información confidencial y, por encima de todo, destruyó los rostros de gigantes empresariales con un solo clic. El dinero comenzó a llegar en cantidades industriales. Pero también lo hicieron las amenazas.
Por un lado, sentía una euforia indescriptible, el vértigo de estar en la cima. Por otro lado, la paranoia lo devoraba. Cada vez que recibía una llamada sin número en su teléfono, sentía que estaba a punto de ser atrapado. Cada vez que veía un coche de policía, su corazón se aceleraba, y su mente pensaba en el peor de los escenarios: ¿y si hoy es el día en que me atrapan?
A pesar de todo su éxito, Larry se dio cuenta de algo que no podía ignorar: se había convertido en un fantasma. Nadie lo conocía de verdad, y él ya no sabía cómo reconocerse a sí mismo. La máscara que había creado para protegerse, para sobrevivir, lo estaba consumiendo. Vivir en las sombras tenía un precio, y la incertidumbre sobre su propio valor lo dejaba desorientado. En su interior, las preguntas comenzaron a surgir: ¿Quién soy? ¿Por qué hago esto? ¿A dónde voy?
Parte 3: El Hombre Que Desafió al Sistema
Para cuando Larry tenía veinticinco años, su nombre comenzó a sonar en los pasillos del gobierno y en los foros clandestinos de los hackers. Se convirtió en un nombre temido, casi mitológico. Ya no solo era un ladrón o un hacker, sino una amenaza para el mismo sistema en el que vivía. Se decía que podía destruir cualquier base de datos, que podía manipular cualquier información, que podía hacer caer gobiernos enteros si quisiera.
La presión comenzó a aumentar, y con ella, la paranoia. Nadie sabía qué aspecto tenía Larry Vidal. Nadie lo había visto. Nadie lo había tocado. Solo se conocían sus acciones, sus hackeos, sus fugas imposibles, su nombre codificado en los informes secretos.
Cada movimiento suyo era calculado, cada paso meticulosamente planeado. Pero la ansiedad no desaparecía. En las noches más oscuras, Larry no podía dormir. Escuchaba voces en su cabeza, y en esos momentos, el miedo se apoderaba de él de una forma visceral. Miedo a perder el control. Miedo a ser capturado. Miedo a ser olvidado.
Además, algo más había cambiado en él. Había comenzado a sentirse extraño con el poder que había ganado. Durante años, había deseado ser invisible, pero ahora que lo era, se sentía más solo que nunca. Vivir en la oscuridad le había permitido escapar de todo, pero también de sí mismo. Ya no sabía si la gente que lo temía le tenía miedo a su capacidad o a lo que él mismo había llegado a ser.
Un día, recibió una oferta: un gobierno extranjero lo contactó, ofreciéndole inmunidad a cambio de su lealtad y sus habilidades. Se ofrecían a usar su genio para proteger su país, en lugar de destruirlo. Larry se enfrentó a su mayor dilema: ¿seguiría jugando el juego de las sombras o aceptaría una oportunidad para salir de la oscuridad?
(Segundo intento)
(denmelo pls ;c)
Nombre ic:Larry vidal