08-02-2025, 10:28 AM
Vladislav Cojonovich fue un alto administrativo del gobierno, ocupando un cargo clave en una división encargada de la seguridad de la ciudad.
Nacido en Los Santos, vivió allí toda su vida. Desde niño, tenía una forma de ver el mundo distinta a la de los demás. No consideraba a los criminales como el verdadero problema, al contrario, sentía compasión por ellos, creyendo que jamás tuvieron una oportunidad o que se la habían arrebatado.
Su padre, sin embargo, le prohibió relacionarse con ese tipo de personas. Creció con pocos amigos, todos de su colegio privado, lo que lo aisló del lado más crudo de la sociedad.
![[Imagen: 9iWbudK.jpeg]](http://imgfz.com/i/9iWbudK.jpeg)
Durante su infancia, nunca logró encajar en su colegio, ya que sus compañeros no eran amables con él. Prefería salir y reunirse con sus amigos de la escuela pública, quienes, si bien no eran criminales, venían de un mundo distinto.
A los 11 años, antes de ingresar a ciclo básico, su padre decidió que estudiaría en el extranjero, alejándolo de todo lo que conocía. No sentía tristeza ni alegría en su despedida, solo un vacío inexplicable. En un abrir y cerrar de ojos, ya estaba en una prestigiosa escuela en el exterior.
![[Imagen: descarga-15.jpg]](https://i.ibb.co/ym2LCfC/descarga-15.jpg)
Siguiendo el camino de su padre, a los 12 años comenzó a estudiar administración. Pronto descubrió lo tedioso del papeleo, donde un simple reporte de 10 minutos se transformaba en una avalancha interminable de documentos.
![[Imagen: images-26.jpg]](https://i.ibb.co/kQKSWqG/images-26.jpg)
Durante sus estudios, conoció a Julieta, una chica amable y encantadora. Aunque le interesaba, su orgullo le impedía dar el primer paso, temeroso de parecer necesitado ante sus compañeros. Finalmente, nunca llegaron a más, y un día dejaron de hablarse sin despedidas. Aunque le afectó en lo profundo, se convenció de que no le importaba.
![[Imagen: images-27.jpg]](https://i.ibb.co/YWNpVFf/images-27.jpg)
Al terminar el bachillerato y su tecnicatura, se unió a las fuerzas del orden a los 19 años como administrativo. Supervisaba reportes y casos policiales, detectando constantes discrepancias en la información. Para evitar ganar una reputación de quisquilloso, dejaba pasar algunos errores, dándose cuenta de lo fácil que era manipular el sistema. Esto solo avivó su desconfianza en la ley.
A los 23 años, ascendió a una división gubernamental de seguridad. No tuvo una vida difícil; era trabajador y hábil, aunque cuando la situación lo requería, podía ser implacable.
Vladislav_Cojonovich - Supervisor de la División de Seguridad.
![[Imagen: czK8DZ1.jpeg]](http://imgfz.com/i/czK8DZ1.jpeg)
Su trabajo era monótono y consumía sus días entre informes y procedimientos. Durante años, su visión del mundo se mantuvo incierta, hasta que conoció a algunos agentes de su división. Eran personas leales y dedicadas, quienes le mostraron que la ley no siempre era corrupta. Poco a poco, comenzó a creer que los criminales eran el verdadero problema y que algunos políticos realmente trabajaban por el bienestar del pueblo.
A los 30 años, se preparaba para el mayor ascenso de su carrera: administraría sectores clave del gobierno y conocería al presidente y los altos mandos. Todo parecía marchar perfectamente.
![[Imagen: Eum43cv.jpeg]](http://imgfz.com/i/Eum43cv.jpeg)
Pero en plena celebración, todo se derrumbó. Sus propios agentes, aquellos en quienes confiaba, lo arrestaron. Mientras lo sacaban, vio cómo plantaban evidencia en su coche. Había sido traicionado; un tercero había sobornado a sus compañeros para inculparlo.
![[Imagen: H0qm1bl.jpeg]](http://imgfz.com/i/H0qm1bl.jpeg)
Sin pruebas de su inocencia, fue condenado y enviado a prisión. Allí, por fin comprendió la verdad: el gobierno, su división, eran el verdadero problema. Durante dos años, convivió con reclusos que le contaron sus historias, mostrándole las cicatrices de una vida impuesta por el sistema. Su visión de la sociedad cambió para siempre.
Parecía que su destino estaba sellado, hasta que llegó su juicio final. Justo antes de partir, un motín estalló en la prisión. Era su única oportunidad. Sin dudarlo, tomó las armas y se unió a la revuelta.
En la lucha, lideró a los reclusos, y tras un sangriento enfrentamiento, logró escapar junto a unos pocos sobrevivientes.
![[Imagen: VE3i0gO.jpeg]](http://imgfz.com/i/VE3i0gO.jpeg)
En su refugio, supo que debía tomar acción. Junto a los demás fugitivos, discutieron sobre quién debía liderarlos. En un arrebato de furia y determinación, Vladislav pronunció su discurso:
![[Imagen: e412a9L.jpeg]](http://imgfz.com/i/e412a9L.jpeg)
![[Imagen: SJHVZzE.png]](http://imgfz.com/i/SJHVZzE.png)
"Yo era antes como ellos. Miraba por la seguridad y culpaba a los criminales. Pero al verlos, ya no veo criminales; veo personas que intentaron hacer lo correcto, pero a quienes jamás les dieron una oportunidad. Incluso los animales más limpios se vuelven pestes cuando solo hay basura en las calles. ¡¡¡Incluso una rata puede ser más limpia que un humano!!! Pero el mismo gobierno nos ensucia a nosotros y a quienes amamos.
Nos atan las manos y nos obligan a vivir en la miseria, sin otra opción que ensuciarnos las manos para sobrevivir. Pero ya no más. Desde hoy, lucharemos por lo que es correcto. Si debemos destruirlo todo para reconstruirlo desde cero, ¡¡¡lo haremos!!! Sembraremos el caos en esta ciudad, ¡¡¡una anarquía que lo destruirá todo y lo reconstruiremos con nuestras propias manos!!!"
Así nació la "Insurgencia del Caos", la contraparte clandestina del gobierno, con Vladislav como su líder. Su misión: desafiar el sistema, ayudar a los criminales perseguidos y conquistar el mundo bajo su propia justicia.
Un hombre que tuvo una infancia tranquila, que vivió de forma correcta, que ayudó a lo que creía justo... hasta que descubrió la verdad. Ahora lucha por la libertad, el caos y un mundo mejor.
Vladislav - Comandante de la Insurgencia del Caos.
Nacido en Los Santos, vivió allí toda su vida. Desde niño, tenía una forma de ver el mundo distinta a la de los demás. No consideraba a los criminales como el verdadero problema, al contrario, sentía compasión por ellos, creyendo que jamás tuvieron una oportunidad o que se la habían arrebatado.
Su padre, sin embargo, le prohibió relacionarse con ese tipo de personas. Creció con pocos amigos, todos de su colegio privado, lo que lo aisló del lado más crudo de la sociedad.
![[Imagen: 9iWbudK.jpeg]](http://imgfz.com/i/9iWbudK.jpeg)
Durante su infancia, nunca logró encajar en su colegio, ya que sus compañeros no eran amables con él. Prefería salir y reunirse con sus amigos de la escuela pública, quienes, si bien no eran criminales, venían de un mundo distinto.
A los 11 años, antes de ingresar a ciclo básico, su padre decidió que estudiaría en el extranjero, alejándolo de todo lo que conocía. No sentía tristeza ni alegría en su despedida, solo un vacío inexplicable. En un abrir y cerrar de ojos, ya estaba en una prestigiosa escuela en el exterior.
![[Imagen: descarga-15.jpg]](https://i.ibb.co/ym2LCfC/descarga-15.jpg)
Siguiendo el camino de su padre, a los 12 años comenzó a estudiar administración. Pronto descubrió lo tedioso del papeleo, donde un simple reporte de 10 minutos se transformaba en una avalancha interminable de documentos.
![[Imagen: images-26.jpg]](https://i.ibb.co/kQKSWqG/images-26.jpg)
Durante sus estudios, conoció a Julieta, una chica amable y encantadora. Aunque le interesaba, su orgullo le impedía dar el primer paso, temeroso de parecer necesitado ante sus compañeros. Finalmente, nunca llegaron a más, y un día dejaron de hablarse sin despedidas. Aunque le afectó en lo profundo, se convenció de que no le importaba.
![[Imagen: images-27.jpg]](https://i.ibb.co/YWNpVFf/images-27.jpg)
Al terminar el bachillerato y su tecnicatura, se unió a las fuerzas del orden a los 19 años como administrativo. Supervisaba reportes y casos policiales, detectando constantes discrepancias en la información. Para evitar ganar una reputación de quisquilloso, dejaba pasar algunos errores, dándose cuenta de lo fácil que era manipular el sistema. Esto solo avivó su desconfianza en la ley.
A los 23 años, ascendió a una división gubernamental de seguridad. No tuvo una vida difícil; era trabajador y hábil, aunque cuando la situación lo requería, podía ser implacable.
Vladislav_Cojonovich - Supervisor de la División de Seguridad.
![[Imagen: czK8DZ1.jpeg]](http://imgfz.com/i/czK8DZ1.jpeg)
Su trabajo era monótono y consumía sus días entre informes y procedimientos. Durante años, su visión del mundo se mantuvo incierta, hasta que conoció a algunos agentes de su división. Eran personas leales y dedicadas, quienes le mostraron que la ley no siempre era corrupta. Poco a poco, comenzó a creer que los criminales eran el verdadero problema y que algunos políticos realmente trabajaban por el bienestar del pueblo.
A los 30 años, se preparaba para el mayor ascenso de su carrera: administraría sectores clave del gobierno y conocería al presidente y los altos mandos. Todo parecía marchar perfectamente.
![[Imagen: Eum43cv.jpeg]](http://imgfz.com/i/Eum43cv.jpeg)
Pero en plena celebración, todo se derrumbó. Sus propios agentes, aquellos en quienes confiaba, lo arrestaron. Mientras lo sacaban, vio cómo plantaban evidencia en su coche. Había sido traicionado; un tercero había sobornado a sus compañeros para inculparlo.
![[Imagen: H0qm1bl.jpeg]](http://imgfz.com/i/H0qm1bl.jpeg)
Sin pruebas de su inocencia, fue condenado y enviado a prisión. Allí, por fin comprendió la verdad: el gobierno, su división, eran el verdadero problema. Durante dos años, convivió con reclusos que le contaron sus historias, mostrándole las cicatrices de una vida impuesta por el sistema. Su visión de la sociedad cambió para siempre.
Parecía que su destino estaba sellado, hasta que llegó su juicio final. Justo antes de partir, un motín estalló en la prisión. Era su única oportunidad. Sin dudarlo, tomó las armas y se unió a la revuelta.
En la lucha, lideró a los reclusos, y tras un sangriento enfrentamiento, logró escapar junto a unos pocos sobrevivientes.
![[Imagen: VE3i0gO.jpeg]](http://imgfz.com/i/VE3i0gO.jpeg)
En su refugio, supo que debía tomar acción. Junto a los demás fugitivos, discutieron sobre quién debía liderarlos. En un arrebato de furia y determinación, Vladislav pronunció su discurso:
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![[Imagen: SJHVZzE.png]](http://imgfz.com/i/SJHVZzE.png)
"Yo era antes como ellos. Miraba por la seguridad y culpaba a los criminales. Pero al verlos, ya no veo criminales; veo personas que intentaron hacer lo correcto, pero a quienes jamás les dieron una oportunidad. Incluso los animales más limpios se vuelven pestes cuando solo hay basura en las calles. ¡¡¡Incluso una rata puede ser más limpia que un humano!!! Pero el mismo gobierno nos ensucia a nosotros y a quienes amamos.
Nos atan las manos y nos obligan a vivir en la miseria, sin otra opción que ensuciarnos las manos para sobrevivir. Pero ya no más. Desde hoy, lucharemos por lo que es correcto. Si debemos destruirlo todo para reconstruirlo desde cero, ¡¡¡lo haremos!!! Sembraremos el caos en esta ciudad, ¡¡¡una anarquía que lo destruirá todo y lo reconstruiremos con nuestras propias manos!!!"
Así nació la "Insurgencia del Caos", la contraparte clandestina del gobierno, con Vladislav como su líder. Su misión: desafiar el sistema, ayudar a los criminales perseguidos y conquistar el mundo bajo su propia justicia.
Un hombre que tuvo una infancia tranquila, que vivió de forma correcta, que ayudó a lo que creía justo... hasta que descubrió la verdad. Ahora lucha por la libertad, el caos y un mundo mejor.
Vladislav - Comandante de la Insurgencia del Caos.
![[Imagen: 40UCFyn.png]](http://imgfz.com/i/40UCFyn.png)